Rodellar

Este minúsculo pueblo donde termina la carretera es la puerta de entrada a un auténtico paraíso de la escalada deportiva de dificultad.

Está situado en plena sierra de Guara, famosa también por sus barrancos, en la comarca del Somontano de la provincia de Huesca.

Los barrancos del Mascún, Andrebot y Alcanadre ofrecen infinidad de recobecos, la mayor parte de ellos desplomados. La mayoría de estos rincones, situados a diferentes alturas con respecto al fondo del barranco y el río que por él discurre, se encuentran perfectamente equipados y preparados para la práctica de la escalada deportiva.
El hecho de que la gran mayoría de los sectores sean desplomados hace que sea dificil encontrar vías de grado bajo por lo que no es un buen lugar para iniciarse, sino más bien para ir con las pilas bien cargadas y dispuestos a apretar.

Los accesos a los distintos sectores se realizan por caminos bien marcados y resulta todo un placer para la vista debido a la diversidad de formaciones rocosas que podemos contemplar. Un claro ejemplo de esto es el famoso delfín, un agujero labrado en la roca cuyo perfil recuerda a la silueta de estos cetáceos.

Este lugar es un punto de peregrinaje de escaladores venidos de todos los rincones de España y del mundo, lo que hace que se respire un ambiente muy internacional. La contrapartida de tal número de visitantes es que muchas de las vías, sobretodo las más fáciles, se hayan bastante sobadas.

La escalada se puede combinar con el descenso de alguno de los muchos barrancos que recorren el Parque Natural de la Sierra y los cañones de Guara. Perfecto para los calurosos meses de verano.