Toda una clásica prácticamente olvidada durante muchos años y rescatada del olvido en el 30 aniverserio de su apertura gracias al equipamiento con parabolts (siguiendo la tónica de la pared) consensuado con sus aperturistas.
Vertical y elegante recorrido de dificultad moderada.
Hay que extremar las precauciones en los últimos 10 o 15 metros del segundo largo ya que se pasa muy cerca de grandes lajas y enormes bloques de más que dudosa apariencia y sonoridad.
Serpentea buscando el canto. Atención a los últimos metros porque hay grandes lajas y bloques de muy mala apariencia y sonoridad en la vertical de la reunión.
Sale hacia la izquierda y se mete en un estrecho diedro fisurado oculto muy disfrutón. Luego por placa hasta la reunión.