Pared de Bujaruelo

El valle de Bujaruelo, sin ser tan impresionante como su vecino valle de Ordesa, se trata de un lugar de una gran belleza.
Labrado por el río Ara, el valle de Bujaruelo empieza estrecho y vertical para abrirse luego en unas hermosas praderas junto al río con unas vistas de ensueño.

Frente al puente románico de San Nicolás de Bujaruelo y a escasos minutos del camping con el mismo nombre hay una corta pared correctamente equipada con parabolts.
El pie de vía resulta bastante incómodo ya que es estrecho y en algunos tramos bastante empinado, pero las vistas y el entorno compensan de sobra estos inconvenientes.
La roca es caliza gris sorprendentemente compacta formando placas verticales o ligeramente tumbadas.

Los nombres de algunas de las vías se pueden leer pintadas al comienzo y en el refugio cuentan con una reseña hecha a mano en la que algunos de los grados no son del todo correctos.

No vale la pena hacer un viaje a propósito para escalar pero es una buena alternativa para hacer un poco de deportiva en un entorno incomparable si nos encontramos por la zona.